La pregunta es qué obtiene el Reino Unido alejándose de Europa
Tilford, experto en economía de la eurozona, vaticina una gran inestabilidad incluso sin 'Brexit'.
Simon Tilford es subdirector del Centro para la Reforma Europea en Londres. Al reflexionar sobre el referendo de permanencia del Reino Unido en la Unión Europea pone énfasis en la importancia de que el 23 de junio vayan a votar los jóvenes, más favorables a Bruselas.
-¿Cómo valora la negociación de David Cameron con Bruselas?
-Cameron gastó mucho tiempo y dinero. El principal motivo era la necesidad de unir al partido conservador y más en segundo término se situaba la campaña del primer ministro para mantener a Londres en la UE. Su partido está ciertamente dividido por este asunto. Los conservadores tienen una especie de guerra civil que se está agravando. En el pasado, en los 70, los tories eran muy europeístas, mientras que el partido laborista veía la Unión como un complot capitalista. Ahora, aproximadamente la mitad del partido conservador pide en el Parlamento la salida de la UE. Vamos a ver mucha inestabilidad política, incluso si los británicos votan quedarse, porque las divisiones continuarán y es imposible dar marcha atrás.
-¿Qué credibilidad le da usted al apoyo al "Brexit" del alcalde de Londres, Boris Johnson?
-Será el líder político que tome el papel de desertor, pero será un arma de doble filo para la campaña a favor del brexit. Johnson es una figura muy conocida para una amplia mayoría del electorado, pero también muy controvertido. Es visto como una especie de payaso que apela a un tipo de votante en Londres, pero sin fuerza en el sureste, el norte y el centro de Inglaterra o en Escocia. Tiene una visión muy particular y poco fundada a la hora de dar argumentos con detalle. Además, no va a jugar la carta antiinmigración. Ve en esto la forma de acceder al liderazgo conservador y llegar a ser primer ministro. Probablemente, está dispuesto a sacrificar la pertenencia a la UE con el fin de asegurarse su futuro.
-¿Cuáles serán los principales puntos del debate estas semanas?
-La inmigración será uno, pero también la seguridad interna, relacionada con el terrorismo, y el impacto en la economía, el comercio y las inversiones. Tampoco podemos olvidar que Londres es el centro financiero de la UE. Veremos hablar del rol que tendrá el Reino Unido en el mundo, una cuestión sobre la que los euroescépticos están claramente divididos. A algunos no les importa nada, ya que son muy aislacionistas, pero otros creen que tendrán más poder.
-¿Qué balance hace sobre la campaña de ambas posturas?
-Definitivamente, predomina el discurso del miedo. Los partidarios de quedarse exageran algunos aspectos de los riesgos económicos, pero deben hacer frente a una larga historia de campaña para demonizar a la UE. Por supuesto que hay cosas de la Unión que no funcionan bien, pero la pregunta que deberíamos hacernos es qué obtiene el Reino Unido alejándose de Europa. El mundo es imperfecto y siempre lo va a ser, pero sin la UE creo que sería mucho más inestable y menos próspero. Y los euroescépticos no tienen un argumento para contestar a esto.
-¿Espera ver a toda la sociedad británica volcada?
-El apoyo a la UE está muy diferenciado según la franja de edad. Los jóvenes tienen una visión más positiva, mientras que los mayores son más escépticos. Por desgracia, los jóvenes no votan. Para asegurar que la campaña de quedarse en la UE gana hay que convencer a los jóvenes de que vayan a votar. Pero eso no se va a conseguir diciendo que las grandes compañías, que son muy impopulares entre los jóvenes, se van a ir de Londres.
-¿Y en el caso de la monarquía y el papel de la reina Isabel II?
-Durante el referendo de Escocia, la reina hizo una aproximación, muy lisa, pero estábamos hablando de un territorio del mismo país. Ahora creo que se mantendrá al margen.